Rodrigo Montero durante la conferencia «Rigoletto, la ópera del bufón maldito» en la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, Arrecife. Foto: FND.

 

Rigoletto, la ópera del bufón maldito por Rodrigo Montero

 

Una charla que ayude a comprender la trama de Rigoletto. Este era el propósito que Rodrigo Montero, pediatra y melómano, buscaba con el coloquio que se desarrolló el pasado viernes, 13 de mayo, en la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, en Arrecife, sobre una de las óperas verdianas más populares. Rigoletto: la ópera del bufón maldito fue una conferencia en la que los asistentes pudieron comprender el argumento de la trama, las personalidades, características y funciones de los personajes principales, y sobre todo, cómo Verdi anunciaba las intervenciones de cada uno atribuyéndole unos instrumentos.

El acto comenzó con una declaración de intenciones por parte del ponente con la que recalcó que la ópera trata sobre los personajes y sus emociones. Respaldó esta afirmación con su propia experiencia, puesto que debido a su afición a la ópera y varios años de asistencia a diversas funciones ha llegado a la siguiente conclusión: “Las obras operísticas tienen como título el nombre del protagonista”. Montero recalcó además que si comprendemos sus emociones entendemos el 90 % de la ópera, ocupando un segundo lugar los recursos del compositor para que podamos seguir la historia y en tercero, los tecnicismos musicales.

El melómano aclaró que la trama de Rigoletto gira en torno a las peripecias del bufón, su relación con el Duque de Mantua, la imagen que vende a los cortesanos, así como la maldición que cae sobre él por parte de Monterone, siendo su hija la víctima. Una trama en la que la deshonra y el engaño juegan un papel principal. 

Para explicar la caracterización de los personajes, Montero se valió de diversos recursos audiovisuales y arias célebres como La donna e mobile, Cortiggiani, Pari Siamo o Caro nome de la mano de artistas destacables del ámbito lírico como Pavarotti, Alfredo Kraus, Carlos Álvarez o Nadine Sierra. Con ello logró que el público se sumergiera en el microcosmos de cada figura y enlazara con sus emociones. 

“Los compositores quieren que entendamos las óperas”

En palabras de Montero, el Duque de Mantua se muestra como un personaje seductor, mientras que Rigoletto ocupa el rol de un payaso marginado por la sociedad y atormentado por sí mismo que únicamente tiene esperanza en la vida por su hija Gilda, quien se describe como un ser de luz que habita en un mundo muy pequeño y que finalmente es víctima de la pasión. Se trata del único personaje que sufre una transición psicoafectiva a lo largo de la obra.

El musicómano afirmó que “los compositores quieren que entendamos la ópera”. De ahí que los personajes estén vinculados a un instrumento o melodía concreta como advertencia para el oyente. De modo que el Duque está vinculado al clarinete, el bufón es representado por el violonchelo y Gilda pasa de ser una flauta a convertirse a un oboe tras la violación. Manifestó además la función del coro de la ópera como la conciencia de Rigoletto, así como un efecto de sonido que simula el fluir del viento. 

Cuarenta y cinco minutos después de su inicio, esta conferencia llegó a su fin con la visualización del famoso cuarteto, Bella figlia dell’amore, logrando dejar un buen sabor de boca en aquellos que ya conocían la ópera y brotando la curiosidad en quienes nunca se habían embarcado en el sendero operístico. Una obra que invita a que el espectador saque su propia conclusión en base a lo que sienta con su representación. “Espero que Rigoletto sea la primera de muchas óperas en Lanzarote”, ultimó Montero.

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