Satomi Morimoto: “Siempre he intentado hacer piezas diferentes con fusiones de estilos de música y países “
Se licencia en la Tokyo Universsity of Arts and Music. Cursa un Master Degree of Music, early music, en la Guildhall School of Music and Drama (GSMD), The City University of London. En esta misma escuela obtiene el Diploma in vocal training course of Music. Como artista ha desarrollado su carrera musical en España, Japón, Inglaterra, Alemania, Italia, Serbia, Corea del Sur, Brasil, Cuba, Colombia, Marruecos y Cabo Verde. En su discografía cuenta con más de una veintena de trabajos grabados y publicados. Dentro de esta discografía ha recibido premios y nominaciones, tanto a nivel nacional como internacional. Asimismo, ha sido pianista repetidora en la Ópera de Tenerife por más de una década.
¿Cuándo fue su primer acercamiento a la música? ¿Por qué motivo? “No recuerdo el momento exactamente. Creo que fue cuando tenía tres o cuatro años. Desde pequeñita, siempre me ha gustado tocar el piano. En los colegios infantiles de Japón, los profesores y profesoras tienen que tocar el piano en el aula mientras los alumnos cantan. Recuerdo que yo no cantaba, sino que me quedaba mirando fijamente al piano y cómo lo tocaba la profesora. Y cuando llegaba a casa, copiaba los movimientos que hacía la profesora en el piano, pero yo los repetía en un piano pequeño de juguete. Mi madre veía que me gustaba tocar el piano y por eso me buscó una profesora que me diera clases. Tenía más pasión por el mundo del piano. Aunque también hice estudios de Canto”.
¿Qué hecho le impulsó a licenciarse en la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio? “Desde los cuatro años deseaba ser pianista profesional, pero con diecisiete años estudié Canto. Luego fui a la Universidad. Así que solo pensaba en capacitarme como músico”.
¿Cómo se interesó por el mundo del canto? “En el instituto de Japón había actividades extraescolares por las tardes. Tales como kendo, baloncesto,volleyball o tenis. Yo me interesé por el grupo de coro. Estaba ahí para acompañar al piano a mis amigas, ya que era un instituto para chicas. Entonces, yo tocaba el piano, pero después empecé a cantar, vocalizar… Y al final mi voz maduró a los dieciséis años. Mi cuerpo estaba preparado, ya que el Canto no se puede empezar a estudiar desde pequeño. Así que decidí estudiar Canto porque me gustaba cantar en conjunto, ya que en el piano se tiene que estar solo o sola.
¿Qué significado tiene para usted el Guildhall School of Music & Drama? Ya que obtuvo el máster en música antigua y el diploma en formación vocal en dicho centro ubicado en el Reino Unido. “El Guildhall fue súper importante porque en Japón la música clásica en historia se estudia desde un periodo histórico muy corto. Era música tradicional japonesa en la que se escuchaban las raíces y demás. Pero más o menos en el siglo XIX empezaron a estudiar música europea. Porque la escala natural de Do,Re,Mi,Fa,Sol,La,Si,Do no existía en Asia o China. Entonces su importación fue en el siglo XIX. Entonces era una nueva importación y nueva música para Asia. Por eso me traslade al Guildhall con el fin de saber cómo era la interpretación europea. En Asia se realiza una interpretación más formal, sin embargo, aquí es una interpretación más flexible y fluida porque la música que había aquí data de más años. Vi esa diferencia en el máster de música antigua. Se interpretaba de forma más flexible”.
La composición como expresión de la originalidad
Dada su amplia trayectoria musical en diversos festivales, teatros y clubes de distintos países como España, Japón, Inglaterra, Alemania, Italia y Corea del Sur, entre otros, ¿cómo cree que ha sido su evolución a lo largo del tiempo? ¿Qué importancia ha tenido cada experiencia en su currículum musical? “Poco a poco he adquirido más experiencia. Ahora se puede escuchar la música desde cualquier parte con múltiples dispositivos electrónicos, pero cuando empecé, hace veinte años, no era tan fácil, se usaba CDS, etc. Asimismo, cuando voy a otro país aprecio diferentes tipos de música, eso es una grata experiencia para conocer la música del mundo, diferentes culturas e inspirarme como artista”.
Pese a recibir una formación clásica, también se sintió atraída por el mundo de la música contemporánea y el jazz, ¿qué fue lo que le introdujo en estos géneros? “ A mí siempre me ha gustado el jazz, pero solo lo escuchaba. Me introduje realmente en el mundo jazzístico cuando conocí a mi marido, Tomás Cruz. Él también tocaba únicamente música clásica porque es contrabajista, pero le interesaba mucho el mundo del jazz. Yo le acompañaba al piano. Y recuerdo que me decía ‘¿por qué no tocas esto?’ y me daba una partitura con acordes. Y yo le decía que no podía leer los acordes , pero me insistió en que era fácil y solo había que analizar un poco los acordes. Y empezamos a tocar juntos. Llevamos ya veinte años”.
¿Cómo compagina su faceta como compositora e intérprete? ¿Con cuál se siente más realizada? “He compuesto canciones desde pequeña, pero nunca he tocado mis obras ante un público. Solo han sido obras para mí, sin embargo, cuando conocí a Tomás desarrollé más mi lado compositivo. Y en parte gracias a la asignatura de composición de la Universidad. El análisis y la armonía de la música clásica también me ayuda. Entonces, descubrí que también me gusta componer para crear y buscar nuevas ideas y no siempre hacer el mismo tipo de composiciones. Busco siempre crear nuevas ideas y obras”.
Háblenos acerca de su trayectoria discográfica, ¿cómo llegó a formar parte del conjunto ST Fusion? “Al principio, ST Fusion solo estaba formado por Tomás y por mí. Pero empezamos a crecer e incorporamos al grupo, por ejemplo, a un baterista y demás instrumentistas. Fuimos desarrollando nuestras composiciones y creciendo como grupo. Hubo un momento que éramos seis músicos los que formábamos el grupo, pero éramos demasiados. Y , al final, hicimos un cuarteto. Siempre adquiriendo nuevas ideas, colaboraciones y proyectos. Fuimos creciendo tanto que hoy ya son veinte años los que llevamos en el panorama cultural actual. Considero que Tomás es muy creativo y es algo que ha hecho que el cuarteto no decayese”.
Pese a la situación de pandemia, ¿cómo han logrado tener más de una veintena de trabajos grabados y publicados? “Fue un momento para parar, descansar, inspirarme y coger ideas. No compuse, ni nada. Pero desde finales del año pasado, en concreto desde octubre, teníamos muchos conciertos. Poco a poco fuimos arrancando y pusimos en marcha nuevas ideas”.
“Muchas de mis creaciones artísticas están vinculadas a mi país natal”
¿Cuál es su vínculo con el mundo de la ópera? Ya que ha sido pianista repetidora por más de una década en la Ópera de Tenerife. “Siempre he estado muy ligada al mundo de la ópera porque en la universidad era una asignatura obligatoria en la especialidad de Canto. También aprendí alemán, italiano y francés. Tenía que estudiar todos los idiomas. Por eso es normal que haya estudiado varias óperas. Cuando viene en 2004 se podría decir que la Ópera de Tenerife estaba naciendo porque antes quien se encargaba de ello era la Asociación Amigos Canarios de la Ópera. Entonces, solo se realizaban algunos conciertos en el Teatro Guimerá, pero fueron trasladándose al Auditorio. Y justo en esa época, vine a Tenerife. Y como la madre de Tomás era la directora del coro, recuerdo que la fui a acompañar a uno de los ensayos. En aquel entonces, yo no hablaba nada de español, pero me entendían porque muchas de las componentes hablaban italiano, inglés.. Y de hecho, a partir de ese momento, empecé a estudiar español. Finalmente, me quedé como pianista porque no había muchos pianistas capaces de acompañar a los cantantes y a mí me gustaba mucho, encajaba bien, y como yo era cantante sabía cuándo se debía respirar. Era capaz de acompañar al director y al grupo. Algunas veces también cantaba con el coro”.
Según su perspectiva, ¿qué características diferencian sus composiciones respecto al panorama compositivo actual? “No he analizado nunca mis composiciones y canciones, pero siempre he intentado hacer piezas diferentes con fusiones de estilos de música y países. Tratando también de incluir el estilo oriental”.
Gran parte de sus creaciones artísticas están vinculadas a su país natal, ¿por qué motivo? “Muchas de mis creaciones artísticas están vinculadas a mi país natal. Es algo que sale instintivamente porque naturalmente está en mi cuerpo y lo aprendes desde pequeño. Es como en Canarias distinguir una isa de una folía. A pesar de estudiar música clásica, yo escuchaba mucha música de mi país natal en la televisión. Además, mi abuela cantaba y tocaba el shamishen, un instrumento japonés. Por este motivo mis raíces se ven reflejadas en mis composiciones”.
¿Sabría decirme a qué compositores admira? ¿Alguno cercano a su estilo? “Admiro a compositores de música clásica como Johann Sebastian Bach, el romanticismo de Serguéi Rajmáninov también me cautiva, Chopin, siempre he tocado varias obras de él, y diría que también me gusta Béla Bartók, posee un estilo bastante alocado y nuevo. Sus músicas influyen en mi manera de tocar y en mis creaciones”.
Tiempos Modernos: un evento multicultural y contemporáneo
¿Cómo y cuándo llegó a formar parte de la primera edición del Festival Tiempos Modernos? “Me llegó antes del verano y fue a través de Polo Ortí”.
¿Nos podría adelantar algo sobre la improvisación que nos vamos a encontrar este viernes, 1 de octubre, en la plaza del Varadero en el Puerto del Carmen? “Será una improvisación libre. No necesito tener un estilo definido para todo el filme Tiempos Modernos de Charles Chaplin. Crearé la banda sonora de la película en base a una improvisación con la música actual. Mezclaré todos los estilos que tengo en mi mente y artistas como Whitney Houston, sobre todo, y jugaré con los sonidos tecnológicos para ver cómo suena con Chaplin. Recuerdo que una vez asistí a una interpretación de esta película por parte de una pianista y jugaba con una época muy clásica y bastante técnica. Pensé que realmente no podría hacer algo así. Entonces, como la Fundación Nino Díaz acepta cualquier estilo, trataré de ser original , mezclaré géneros orientales con europeos, daré nuevas ideas e impresiones para acompañar las imágenes de la película ”.
¿Colabora en otros proyectos actualmente? “Están llegando nuevos proyectos de samba, música brasileña, también estoy acompañando al piano a la cantante Fabiola Socas con repertorio de Chopin. Y la Ópera este año tiene tres funciones para otoño. Asimismo, cantaré con la Orquesta y el coro., y actuaré con mi hermana, Emiko Morimoto, bajo el conjunto Morimoto Sisters, ya que mi hermana se mudó a Canarias y tenemos más proyectos”.
¿Cómo visualiza su futuro profesional? “Lo visualizo hasta que pueda tocar, cantar y vivir de la música. No pienso en obligarme a hacer proyectos, sino intento fluir. Aquí, en Canarias, hay más variedad de géneros. Por ello no tengo que estar enfocada únicamente en la música clásica, sino que disfruto más de estilos distintos entre sí. Entonces, tocaré, cantaré, y compondré para mí y el público en general hasta que mi cuerpo no me lo permita”.