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I Festival de Ópera de Lanzarote | Rigoletto de G. Verdi

14/05/2022 | 19:30 - 22:00

Rigoletto es una ópera en tres actos con música de Giuseppe Verdi (Bussetto, 1813 – Milán, 1901) y libreto en italiano de Francesco Maria Piave, basado en la obra teatral Le Roi s’amuse (El rey se divierte) de Víctor Hugo.

Se trata de un drama de pasión, engaño, amor filial y venganza que tiene como protagonista a Rigoletto, el bufón jorobado de la corte del Ducado de Mantua.

Antes de su estreno la ópera tuvo grandes problemas con la censura por considerarla como inmoral y obscena. La obra de Víctor Hugo representaba a un rey (Francisco I de Francia) como un seductor cínico e inmoral, algo que resultaba inaceptable en la Europa de la Restauración posterior a las guerras napoleónicas. El propio autor había tenido problemas con la censura en Francia, que había prohibido producciones de esta obra después de su primera representación casi veinte años antes. Tras un tira y afloja entre los censores y el compositor, y gracias a la diplomacia de los administradores del teatro se pusieron de acuerdo con Verdi y el libretista para que se realizaran modificaciones manteniendo lo fundamental. Se cambiaron nombres de personajes y lugares del emplazamiento de la obra de manera que no se podía ofender a nadie y otras cosas menores conservando el núcleo del drama.

El estreno tuvo lugar el 11 de marzo de 1851 en el Teatro La Fenice de Venecia obteniendo gran éxito popular. Fue un triunfo completo, especialmente la escena dramática, y el aria “La donna è mobile” se cantaba por las calles al día siguiente.

Rigoletto forma junto con Il trovatore y La traviata (ambas de 1853), la trilogía popular operística que compuso Verdi a mediados de su carrera, se ha convertido en un hito del repertorio operístico estándar y es una de las óperas más interpretadas mundialmente.


ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Mantua (Italia), durante el siglo XVI.

ACTO I

Cuadro primero: Salón en el palacio ducal

Se alza el telón y la escena se sitúa en un salón, en el palacio del duque de Mantua, donde se está celebrando una fiesta. El duque canta a una vida de placer con tantas mujeres como sea posible (Questa o quella – “Esta mujer o aquella”). Se vanagloria de su nueva aventura de conquista hacia una desconocida joven del pueblo, a la que ha visto en la iglesia, pero él también desea seducir a la condesa de Ceprano, a la vista de su marido. Rigoletto, el bufón jorobado del duque, se burla de los maridos de las damas a las que el duque está prestando atención, y aconseja al duque que se libre de ellos aprisionándolos o matándolos. Marullo comunica a los cortesanos que el bufón Rigoletto oculta a una “amante”, y los nobles no se lo creen. Como casi toda la corte ha sido víctima de las burlas de Rigoletto, todos quieren devolverle las ignominias. Posteriormente, Rigoletto se burla del conde Monterone, otro a quien el Duque ha insultado a través de la deshonra a su hija y que entra en escena reclamando venganza. El Duque manda arrestarlo. Monterone es arrestado mientras proclama la famosa maledizione que traerá la perdición a Rigoletto. La maldición aterroriza a Rigoletto.

Cuadro segundo: En los suburbios, frente a la casa de Rigoletto.

Rigoletto vuelve a casa preocupado por la maldición. Se le acerca un extraño, Sparafucile, un asesino profesional que ofrece sus servicios a Rigoletto. Rigoletto contempla las similitudes entre ellos dos (Pari siamo! – “¡Somos parecidos!”); Sparafucile mata a los hombres con su espada, y Rigoletto usa “una lengua de malicia” para apuñalar a sus víctimas. Entra en la casa y allí encuentra a Gilda, su hija (a quien los cortesanos habían tomado como su amante). Gilda vive escondida y resguardada por su padre. Se saludan con afecto en el dúo Figlia!, Mio padre! – “¡Hija!” “¡Padre mío!”, que muestra la relación entre ambos: Rigoletto es un padre cariñoso y temeroso de perder a su hija; Gilda es una niña ansiosa de conocimiento, aunque respeta mucho a su padre. Rigoletto ha estado ocultando a su hija del duque y el resto de la ciudad, y ella no conoce la ocupación de su padre. Puesto que él la ha prohibido aparecer en público, ella no ha estado más que en casa y en la iglesia y no conoce ni el nombre de su padre. Rigoletto insiste en que Gilda no salga más que a misa y que la acompañe su doncella, Giovanna.

Cuando Rigoletto se ha ido, el duque aparece y, escondido, se entera de que Gilda es en realidad la hija de Rigoletto y que se siente culpable por no haberle hablado a su padre del joven al que ha conocido en la iglesia, pero que ella lo amará todavía más si fuera un estudiante y pobre. Tras sobornar a Giovanna, el duque logra entrar en el jardín de la casa de Rigoletto y le declara su amor. El duque miente a Gilda sobre su identidad diciendo que es un estudiante (È il sol dell’anima – “El amor es el sol del alma”). Cuando ella le pregunta su nombre, él dubitativo se llama a sí mismo Gualtier Maldé. Afuera se oyen las voces de Ceprano y Borsa que planean el rapto de la supuesta amante de Rigoletto y Gilda teme que sea su padre de vuelta. Echa al duque después de intercambiar rápidamente votos de amor (Addio, addio – “Adiós, adiós”). El duque se marcha y Gilda se queda sola meditando por su amor por el duque, a quien cree un estudiante (Gualtier Maldè! … Caro nome – “Querido nombre”).

Más tarde, en la oscuridad de la noche los hostiles cortesanos se encuentran con Rigoletto en la parte de afuera de la tapia del jardín. Creen que Gilda es la amante de Rigoletto, se preparan para raptar a la indefensa muchacha. Convencen a Rigoletto de que están preparando el rapto de la esposa de Ceprano, le tapan los ojos y lo usan para ayudarlos con el rapto. Están todos enmascarados y Rigoletto ayuda, sin percatarse que está ayudando a raptar a su propia hija Gilda. Cuando Rigoletto se da cuenta ya es demasiado tarde. Lleno de angustia, se derrumba, recordando «Ah, la maledizione!».

ACTO II

El palacio del duque

El duque está preocupado porque Gilda ha desaparecido (Ella mi fu rapita! – “¡Me la han robado!” y Parmi vedar le lacrime – “Me parece ver las lágrimas”). Entran los cortesanos y ofrecen al duque la supuesta amante de Rigoletto. El duque se da cuenta de que se trata de Gilda y va en su busca (Possente amor mi chiama – “El poderoso amor me llama”). Encantados por la extraña excitación del duque, los cortesanos ahora se divierten a costa de Rigoletto, quien entra cantando. Intenta descubrir dónde está Gilda pretendiendo que no le importa, pues lo que más teme es que haya caído en manos del duque. Finalmente, admite que de hecho está buscando a su hija y pide a los cortesanos que se la devuelvan; los cortesanos la niegan y el bufón encolerizado y desesperado dirige su Cortigiani, vil razza dannata – Raza maldita de cortesanos”. Los hombres golpean a Rigoletto después de intentar entrar en la habitación donde retienen a Gilda. Entra en escena Gilda quien ruega a su padre que despida a toda esa gente. Los hombres se marchan de la habitación creyendo que Rigoletto se ha vuelto loco. Gilda descubre a su padre lo que le viene pasando desde hace algún tiempo: que se ha enamorado de un joven a quien veía todos los domingos en la iglesia, que la ha cortejado diciéndole que era un pobre estudiante (Tutte le feste al tempio – “Todos los días festivos”), y que al ser raptada ha descubierto que en realidad se trataba del duque. Rigoletto planea vengarse del duque, mientras su hija pide que le perdone (dúo: Sì! Vendetta, tremenda vendetta! – “¡Sí! ¡Venganza, terrible venganza!”).

ACTO III

Una calle afuera de la casa de Sparafucile

A orillas de un río, se ve parte de la casa de Sparafucile, con dos habitaciones abiertas para que el público lo vea. Es de noche. Rigoletto ha encargado a Sparafucile asesinar al duque, pero antes debe desengañar a Gilda mostrando su comportamiento licencioso. Rigoletto y Gilda, que aún ama al duque, llegan al exterior. Se puede oír la voz del duque cantando la famosa aria La donna è mobile, hablando de la infidelidad y la naturaleza voluble de las mujeres. Rigoletto hace que Gilda se dé cuenta de que es el duque quien está en casa del asesino y que intenta seducir a la hermana de Sparafucile, Maddalena (Bella figlia dell’amore – “Hermosa hija del amor”). Entra en escena Maddalena, hermana y cómplice de Sparafucile, quien coquetea con el duque y éste sucumbe a sus encantos fácilmente. Rigoletto llega a un acuerdo con el asesino, que está dispuesto a matar a su huésped por dinero, y le ofrece 20 escudos por matar al duque. Rigoletto ordena a Gilda que se vaya a casa, coja dinero y vestida de hombre huya hacia Verona y afirma que él planea seguirla más tarde. El asesino y el bufón deciden que tras su muerte, el cuerpo del duque será puesto en un saco y arrojado al río.

Cuando cae la noche, se desencadena una tormenta y el duque decide pasar la noche en la posada. Sparafucile le asigna alojamiento en la planta baja.

Gilda, que aún ama al duque a pesar de saber que es desleal, regresa vestida de hombre. Oye a Maddalena intentando convencer a su hermano de que no lo asesine a él, sino al bufón. Sparafucile no puede asesinar a un cliente, amén de mostrar su preocupación por los diez escudos que aún le debe Rigoletto por terminar con el encargo, pero promete cambiarlo por el primer hombre que se presente en la taberna, si esto ocurre antes de la medianoche. Gilda decide sacrificarse para salvar al hombre del que se ha enamorado. Entra en la taberna pidiendo asilo, haciéndose pasar por un mendigo. De inmediato, Sparafucile la alcanza con su puñal, cae herida mortalmente.

A media noche, acaba la tormenta y Rigoletto entra en escena con el dinero. Sparafucile le entrega el saco con el supuesto cuerpo del duque y se regocija en su triunfo. Cuando se dispone a arrojarlo al río, con piedras para que se hunda, oye la voz del duque desde el interior de la posada La donna è mobile. Horrorizado, abre el saco y, para su desesperación, descubre a su hija agonizante. Por un momento, ella revive y está contenta de morir en lugar de su amado (V’ho ingannato – “Padre, te he engañado”). Ella muere en sus brazos. La escena termina con el lamento desgarrador de Rigoletto en que recuerda la maledizione de Monterone.


FICHA TÉCNICA

Directora de escena Giorgia Guerra
Iluminación Shelma Zebenzui
Maquillaje Omar Wade
Regiduría Luis López Tejedor
Sonido Enrique Mateu
Producción Preventos Media
Coro Coro del Festival de Ópera de Lanzarote, dirigido por Juan Ramón Vinagre
Orquesta Orquesta Sinfónica Gaos
Director musical Fernando L. Briones

REPARTO

Rigoletto, bufón Barítono Borja Quiza
Gilda, hija de Rigoletto Soprano Ruth Terán
Il Duca di Mantova, noble libertino Tenor Antonio Gandía
Sparafucile, sicario borgoñón Bajo Manuel Fuentes
Maddalena, hermana de Sparafucile Contalto Blanca Balido
Conde Monterone Barítono Borja Molina
Giovanna, aya de Gilda Mezzosoprano Silvia Zarita
Marullo, cortesano Barítono Samuel Modino
Matteo Borsa, cortesano Tenor Orlando Niz
Conde Ceprano Bajo Borja Ortega
Condesa Ceprano Mezzosoprano Silvia Zarita
Un paje Messosoprano Sara Fernández
Un ujier de la corte
Bajo Nestor Suarez

I Festival de Ópera de Lanzarote, organizado por la Fundación Nino Díaz y dirigido por Pancho Corujo

Con el patrocinio de:

Cicar

Ferreteria_tias

Ferretería Tías

 

Details

Date:
14/05/2022
Time:
19:30 - 22:00
Event Category:

Venue

Terrero de Lucha Ulpiano Rodríguez Pérez
Calle la Luchada, 2
Tías, Las Palmas 35572 España
Phone
928524260

Organizer

Fundación Nino Díaz
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Email
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